"Estamos organizando el campamento para 2000 musulmanes
desplazados. Su barrio ha sido saqueado y quemado. Los agresores, unos 2300
jóvenes de todos sitios, están en Bangassou, estamos negociando para que se
vayan. Hemos enterrado 80 muertos, cientos de heridos. La mezquita, cercada por
francotiradores durante tres días.Era un infierno. Hacinados vivos y muertos,
sin comida ni agua. Es verdad que hice de escudo muchas horas. Dispararon a
alguien muy cerca de mi, luego yo mismo lo llevé al hospital, aún con la bala
dentro. A mi, nadie me disparó, yo les gritaba en lengua local que nadie lo
hiciera. Pero a los musulmanes les disparaban como a conejos. Muy triste. El
Cardenal Nzapalainga se vuelve hoy a Bangui. Ha hablado a toda la población en la radio esta mañana pidiendo
la paz. Yo les hablé después de él. El se va pero nosotros nos quedamos. Ha sido
una gran ayuda... Abrazos"